El queso Parmigiano Reggiano se elabora con leche cruda utilizando los mismos métodos ancestrales y tradicionales durante siglos. El queso debe madurar durante al menos 24 meses para revelar sus intensos sabores afrutados y cremosos.
Puedes rallar el parmesano sobre pastas o ensaladas o en virutas y servirlo con un vino tinto intenso.